Uno de los problemas más graves de
la medicina convencional es que los médicos tienden a NO prescribir a sus
pacientes tratamientos naturales.
Por falta de tiempo, de formación y también
por intereses económicos, privan a sus pacientes de soluciones naturales, pese
a que éstas ofrecen grandes esperanzas frente a los dolores y las enfermedades.: http://www.saludnutricionbienestar.com/
Por ejemplo, si usted tiene artrosis, su médico sin duda le recetará antiinflamatorios no esteroideos (aspirina, diclofenaco, ibuprofeno...). Y quizá le administren infiltraciones de cortisona. Estos medicamentos suprimen parcialmente el dolor pero, además de tener efectos secundarios, no resuelven el origen de la enfermedad, que no es otro que la destrucción del cartílago de las articulaciones.
Sin embargo, hoy día ya se sabe que algunos compuestos naturales podrían no sólo aliviar el dolor, sino también reactivar la producción de cartílago.
Varios estudios científicos han puesto de manifiesto que los pacientes recuperaron la flexibilidad que tenían antes gracias a productos totalmente naturales y sin efectos secundarios indeseables. Algunos pudieron retrasar o incluso evitar someterse a cirugía para implantarles una prótesis de rodilla. Son resultados de investigaciones científicas publicadas en revistas médicas internacionales, como The Lancet y The Archives of Internal Medicine. (1) (2) Estos resultados, evidentemente, no están garantizados para todo el mundo. Si hace años que usted padece la enfermedad, en su caso quizá ya sea demasiado tarde y lamentablemente no haya una solución natural que vaya a resolverlo todo.
Pero no hay duda que, para algunas personas, la medicina natural funciona allí donde la medicina convencional ha fracasado. En un gran número de enfermedades existen vías y enfoques que no logran tener cabida en el sistema de salud oficial.
Por eso es absurdo que no se informe de esas alternativas a las personas afectadas por estas enfermedades.
He citado el ejemplo de la artrosis, pero es sólo un caso entre muchos otros.
Por ejemplo, si usted tiene artrosis, su médico sin duda le recetará antiinflamatorios no esteroideos (aspirina, diclofenaco, ibuprofeno...). Y quizá le administren infiltraciones de cortisona. Estos medicamentos suprimen parcialmente el dolor pero, además de tener efectos secundarios, no resuelven el origen de la enfermedad, que no es otro que la destrucción del cartílago de las articulaciones.
Sin embargo, hoy día ya se sabe que algunos compuestos naturales podrían no sólo aliviar el dolor, sino también reactivar la producción de cartílago.
Varios estudios científicos han puesto de manifiesto que los pacientes recuperaron la flexibilidad que tenían antes gracias a productos totalmente naturales y sin efectos secundarios indeseables. Algunos pudieron retrasar o incluso evitar someterse a cirugía para implantarles una prótesis de rodilla. Son resultados de investigaciones científicas publicadas en revistas médicas internacionales, como The Lancet y The Archives of Internal Medicine. (1) (2) Estos resultados, evidentemente, no están garantizados para todo el mundo. Si hace años que usted padece la enfermedad, en su caso quizá ya sea demasiado tarde y lamentablemente no haya una solución natural que vaya a resolverlo todo.
Pero no hay duda que, para algunas personas, la medicina natural funciona allí donde la medicina convencional ha fracasado. En un gran número de enfermedades existen vías y enfoques que no logran tener cabida en el sistema de salud oficial.
Por eso es absurdo que no se informe de esas alternativas a las personas afectadas por estas enfermedades.
He citado el ejemplo de la artrosis, pero es sólo un caso entre muchos otros.
El fin de la diabetes
Pensemos por ejemplo en la diabetes,
que actualmente se sabe cómo hacer retroceder la enfermedad y reducir la
ingesta de medicamentos de forma natural. En algunos casos, las personas que la
padecen volvieron a recuperar su salud.
También en este caso se trata de resultados publicados en una revista científica reconocida internacionalmente: la revista médica de referencia Diabetologia, editada por la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD: European Association for the Study of Diabetes). (3)
También en este caso se trata de resultados publicados en una revista científica reconocida internacionalmente: la revista médica de referencia Diabetologia, editada por la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD: European Association for the Study of Diabetes). (3)
Investigadores de la Universidad de Newcastle, en Reino Unido, realizaron un
seguimiento a diabéticos con sobrepeso. Durante ocho semanas les hicieron
seguir un régimen alimenticio concreto, muy restrictivo.
El resultado de estas ocho semanas de dieta ofrece a todos los diabéticos del
mundo nuevas perspectivas frente a su enfermedad.
La concentración de glucosa en la sangre (glucemia), tanto en ayunas como después de comer, volvió poco a poco a un nivel normal. El páncreas, que en muchos casos había dejado de funcionar, recuperó su capacidad de producción de insulina.
En todos los participantes, todos los síntomas de la diabetes desaparecieron. Y lo más increíble es que ese cambio se produjo sin ningún medicamento químico; tan solo modificando la alimentación. Pero eso no es todo: cuando los participantes empezaron a consumir alimentos en principio prohibidos a los diabéticos, se constató que una gran mayoría de ellos reaccionaba como si nunca hubieran estado enfermos. Ya no tenían diabetes.
La concentración de glucosa en la sangre (glucemia), tanto en ayunas como después de comer, volvió poco a poco a un nivel normal. El páncreas, que en muchos casos había dejado de funcionar, recuperó su capacidad de producción de insulina.
En todos los participantes, todos los síntomas de la diabetes desaparecieron. Y lo más increíble es que ese cambio se produjo sin ningún medicamento químico; tan solo modificando la alimentación. Pero eso no es todo: cuando los participantes empezaron a consumir alimentos en principio prohibidos a los diabéticos, se constató que una gran mayoría de ellos reaccionaba como si nunca hubieran estado enfermos. Ya no tenían diabetes.
Y lo que es aún más extraordinario es que este fenómeno demostró ser duradero:
tres meses después de haber vuelto a una dieta normal, el 64 % de los participantes
seguían sin presentar ningún síntoma de la enfermedad.
Esto le da una idea del poder que pueden tener las soluciones naturales.
Esto le da una idea del poder que pueden tener las soluciones naturales.
¿Y qué decir de las enfermedades cardiovasculares?
Reducir el riesgo de infarto y de accidente cerebrovascular (ACV)
En la actualidad casi cinco millones
de españoles (¡el 10% de la población!) toman medicamentos contra el
colesterol. Sin embargo, se ha demostrado que esos medicamentos no disminuyen
el riesgo de morir por accidente cardiaco.
Sé que esta afirmación le resultará chocante, pues lo que estoy diciendo es
exactamente lo contrario de lo que se enseña en las facultades de Medicina,
pero es lo que los investigadores más destacados en cardiología han demostrado.
Uno de los especialistas más eminentes en este campo es el médico francés Michel de Lorgeril, cardiólogo e investigador del CNRS (el Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia, la institución de investigación más importante en ese país, equivalente al CSIC en España). Es autor de varios libros cuyos títulos no dejan lugar a duda: "La estafa del colesterol", "Dígale a su médico que el colesterol es inocente, le curará sin medicamentos" o "Colesterol, mentiras y propaganda".
Ha publicado asimismo centenares de artículos en las principales revistas médicas internacionales, como The Lancet, The American Journal of Cardiology o Journal of Internal Medicine. El doctor Michel de Lorgeril denuncia que a millones de personas con problemas cardiacos se les están administrando medicamentos que provocan efectos secundarios potencialmente graves, mientras que existen soluciones naturales que permiten una mayor reducción del riesgo; sin medicamentos, o en todo caso con un mínimo tratamiento. ¡Incluso para las personas que ya han sufrido un infarto y un ACV!
Pero mientras sus trabajos reciben reconocimiento fuera de Europa (por ejemplo en Estados Unidos) en muchos países europeos tienen dificultad para ser aceptados.
Teniendo en cuenta el poder de la industria farmacéutica, no es de extrañar. Ésta realiza enormes esfuerzos para convencer a los médicos de que las medicinas alternativas están basadas en ilusiones (efecto placebo, etc.), y que sólo los medicamentos químicos tienen un efecto demostrado científicamente.
Uno de los especialistas más eminentes en este campo es el médico francés Michel de Lorgeril, cardiólogo e investigador del CNRS (el Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia, la institución de investigación más importante en ese país, equivalente al CSIC en España). Es autor de varios libros cuyos títulos no dejan lugar a duda: "La estafa del colesterol", "Dígale a su médico que el colesterol es inocente, le curará sin medicamentos" o "Colesterol, mentiras y propaganda".
Ha publicado asimismo centenares de artículos en las principales revistas médicas internacionales, como The Lancet, The American Journal of Cardiology o Journal of Internal Medicine. El doctor Michel de Lorgeril denuncia que a millones de personas con problemas cardiacos se les están administrando medicamentos que provocan efectos secundarios potencialmente graves, mientras que existen soluciones naturales que permiten una mayor reducción del riesgo; sin medicamentos, o en todo caso con un mínimo tratamiento. ¡Incluso para las personas que ya han sufrido un infarto y un ACV!
Pero mientras sus trabajos reciben reconocimiento fuera de Europa (por ejemplo en Estados Unidos) en muchos países europeos tienen dificultad para ser aceptados.
Teniendo en cuenta el poder de la industria farmacéutica, no es de extrañar. Ésta realiza enormes esfuerzos para convencer a los médicos de que las medicinas alternativas están basadas en ilusiones (efecto placebo, etc.), y que sólo los medicamentos químicos tienen un efecto demostrado científicamente.
Las medicinas naturales son medicinas punteras
En realidad, las medicinas naturales
son también objeto de investigaciones científicas exhaustivas.
El conocimiento acerca de ellas ha progresado mucho. Existen revistas científicas sobre medicina natural que tienen el mismo nivel de exigencia y rigor que las revistas que se ocupan de la medicina convencional.
El conocimiento acerca de ellas ha progresado mucho. Existen revistas científicas sobre medicina natural que tienen el mismo nivel de exigencia y rigor que las revistas que se ocupan de la medicina convencional.
Ayude a su cuerpo a curarse con alimentos sanos y
nutrientes esenciales
Nutriterapia,muchos investigadores
la consideran la medicina que va a revolucionar el tercer milenio.
Para comprender todo el interés que suscita actualmente la nutriterapia es necesario saber que, desde 1950, la dieta de las poblaciones occidentales se ha empobrecido drásticamente.
Las verduras y las frutas frescas que consume hoy en día la población de los países industrializados ya no tienen la misma riqueza nutricional que en otro tiempo. Y esto no debe sorprendernos: los suelos, antaño ricos en minerales, se han agotado a causa de los métodos modernos de agricultura intensiva. Todos los datos de los que se disponen revelan un deterioro paulatino de la calidad de la dieta ingerida en toda Europa, especialmente relevante en el caso de los niños. Y España no está al margen de esa tendencia. (4)
Numerosos casos de diabetes, hipertensión o depresión, entre otras enfermedades, se ven así agravados por la falta de nutrientes y por el consumo de alimentos nefastos para la salud. Pero desgraciadamente, con frecuencia por falta de formación, los médicos actuales intentan "curar" estas enfermedades mediante medicamentos químicos que agotan aún más las reservas del organismo.
Para comprender todo el interés que suscita actualmente la nutriterapia es necesario saber que, desde 1950, la dieta de las poblaciones occidentales se ha empobrecido drásticamente.
Las verduras y las frutas frescas que consume hoy en día la población de los países industrializados ya no tienen la misma riqueza nutricional que en otro tiempo. Y esto no debe sorprendernos: los suelos, antaño ricos en minerales, se han agotado a causa de los métodos modernos de agricultura intensiva. Todos los datos de los que se disponen revelan un deterioro paulatino de la calidad de la dieta ingerida en toda Europa, especialmente relevante en el caso de los niños. Y España no está al margen de esa tendencia. (4)
Numerosos casos de diabetes, hipertensión o depresión, entre otras enfermedades, se ven así agravados por la falta de nutrientes y por el consumo de alimentos nefastos para la salud. Pero desgraciadamente, con frecuencia por falta de formación, los médicos actuales intentan "curar" estas enfermedades mediante medicamentos químicos que agotan aún más las reservas del organismo.
Sin efectos secundarios indeseables
Por ejemplo,
la aspirina es eficaz contra muchos dolores... pero estropea la pared del
estómago. Puede provocar graves hemorragias, a veces incluso úlceras en el
sistema digestivo.
La cortisona reduce las inflamaciones, pero estimula las infecciones. A la larga, provoca osteoporosis, diabetes, desarreglos hormonales, hinchazón en el rostro y problemas de piel.
Los antibióticos matan determinados gérmenes... pero devastan la flora intestinal. Debilitan el sistema inmunitario y pueden ser tóxicos para el hígado y los riñones. Favorecen el desarrollo de levaduras que pueden infectar la boca (candidiasis bucal) y las micosis del aparato genital.
La medicina natural, por el contrario, produce beneficios en el conjunto de su cuerpo.
Por ejemplo, cuando toma vitamina D para reforzar sus huesos, está reduciendo al mismo tiempo el riesgo de cáncer. Los omega 3, que reducen el riesgo cardiovascular, mejoran también el ánimo (efecto antidepresivo) y reducen la degeneración macular.
Pero atención: estas sustancias, incluso si son naturales, deben utilizarse siempre con precaución. En todos los casos, y en particular si está usted siguiendo un tratamiento farmacológico, debe pedir consejo a su médico antes de emprender un tratamiento con productos naturales, ya que la mayoría de éstos contienen principios activos.
Los productos naturales no tienen efectos indeseables, pero el riesgo de interacción y de ingerir una dosis excesiva siempre está presente.
Un cordial saludo,
Juan-M. Dupuis
La cortisona reduce las inflamaciones, pero estimula las infecciones. A la larga, provoca osteoporosis, diabetes, desarreglos hormonales, hinchazón en el rostro y problemas de piel.
Los antibióticos matan determinados gérmenes... pero devastan la flora intestinal. Debilitan el sistema inmunitario y pueden ser tóxicos para el hígado y los riñones. Favorecen el desarrollo de levaduras que pueden infectar la boca (candidiasis bucal) y las micosis del aparato genital.
La medicina natural, por el contrario, produce beneficios en el conjunto de su cuerpo.
Por ejemplo, cuando toma vitamina D para reforzar sus huesos, está reduciendo al mismo tiempo el riesgo de cáncer. Los omega 3, que reducen el riesgo cardiovascular, mejoran también el ánimo (efecto antidepresivo) y reducen la degeneración macular.
Pero atención: estas sustancias, incluso si son naturales, deben utilizarse siempre con precaución. En todos los casos, y en particular si está usted siguiendo un tratamiento farmacológico, debe pedir consejo a su médico antes de emprender un tratamiento con productos naturales, ya que la mayoría de éstos contienen principios activos.
Los productos naturales no tienen efectos indeseables, pero el riesgo de interacción y de ingerir una dosis excesiva siempre está presente.
Un cordial saludo,
Juan-M. Dupuis
http://www.saludnutricionbienestar.com/
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