Si
te preguntará: ¿Qué es el azúcar? Seguramente pensarías en esa cosa blanca que
hay dentro de la azucarera de casa y que utilizas habitualmente para endulzar
el café de la mañana, el yogurt del mediodía o el Colacao de la merienda de los
niños.
Además
seguro que eres consciente que también lo consumes cada vez que comemos
galletas, postres azucarados, chucherías, bollería, helados o refrescos carbonatados.
¿Verdad
que no parece que su consumo pueda ser perjudicial?, ha existido siempre, total
casi todo lleva azúcar…No nos parece que este consumo pueda ser perjudicial,
pero ¿es así?
Desde
mi experiencia, habiendo consultado muchos libros, artículos y profesionales de
la salud conocedora del tema puedo asegurar que SI el azúcar es el más dulce de
los venenos y si me sigues habitualmente te habrás dado cuenta que es un tema
que me preocupa y con el que no me canso de insistir.
Vayamos entonces a analizar qué es el
azúcar blanco:
Bioquímicamente el azúcar blando es un
hidrato de carbono simple llamado sacarosa. Este azúcar blanco se puede obtener
de la caña de azúcar o de la remolacha. Para su obtención pasa por un conjunto
muy complejo de procesos tanto mecánicos como químicos y es aquí donde reside
el problema, el momento del proceso en que el azúcar pasa de ser un azúcar de
caña o de remolacha integral a un azúcar refinado, es decir, el azúcar blanco
“de toda la vida” porque es en este momento cuando se deja de llamar “nutriente” al azúcar para
tener que llamarlo” sustancia química” ya que se convierte en un alimento vacío
de minerales y oligoelementos.
Llegados a este punto podemos pensar
que bueno, no nos aporta nada a nuestro organismo (aparte de kilocalorías) pero
no parece muy perjudicial… pues siento anunciar que esto no es así… Veamos
algunos de sus inconvenientes:
Para su asimilación necesita utilizar micronutrientes como
las vitaminas B1 y B2 (muy importantes para nuestro sistema nervioso) y algunos
minerales, especialmente el calcio. Como el azúcar blanco no contiene ninguno
de estos micronutrientes, a nuestro cuerpo no le queda otra que cogerlos de
nuestras propias reservas, pudiendo llegar a estados carenciales. A parte, el
azúcar blanco es un alimento acidificante por lo que el organismo tiene que
neutralizarlo, para hacerlo recurre a las bases alcalinas de nuestro organismo
como el calcio, extrayendo calcio de nuestros huesos.
El azúcar blanco tiene una absorción muy rápida, por lo que
produce picos de glucemia. Cuando tomamos azúcar obtenemos energía
inmediatamente, pero pasadas unas horas podemos encontrarnos fatigados y/o irritables
y con la necesidad de consumirlo de nuevo.
Altera el equilibrio de la flora intestinal ya que es uno
de los responsables de potenciar la proliferación de las bacterias
perjudiciales que compiten con las bacterias imprescindibles de nuestro
organismo.
Favorece el aumento de los triglicéridos en la sangre
Está relacionado con algunas patologías como: Cáncer (sobre
todo de colon y estómago), cálculos biliares, retraso en el crecimiento del
feto, enfermedad de Crohn, úlcera gastroduodenal, diabetes, fragilidad ósea y
candidiasis.
Con todo esto podemos concluir que
eliminar el consumo de azúcar refinado sustituyéndolo por productos
alimenticios que también endulzan como el sirope, la melaza, la panela, la
estevia o en menor manera el azúcar moreno integral (no todos los que venden en
los supermercados con la etiqueta “azúcar moreno” lo son, debemos comprobarlo),
o la miel y excluir aquellos alimentos que contienen azúcar blanco (embutidos,
pan, pastas, dulces, bebidas, etc.) es una de las decisiones que nuestro cuerpo
y nuestra salud más van a agradecer.
http://www.naturopatia-rosagarcia.es/
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