Cuidarse no ha de suponer ningún sacrificio ni
asumir rutinas aburridas. Al contrario, la salud está directamente relacionada
con la capacidad de disfrutar más de todo lo que la vida puede ofrecer. En
todos los sentidos. La prevención de verdad está reñida con los
"nos". "No" comas esto o "no" hagas aquello. A
nadie le gusta que le digan lo que no tiene que hacer, como si todavía fuera un
niño. En realidad, esto no funciona ni con un niño. Es mucho más eficaz sumar
que restar. Te propogo 15 ideas que te aportarán inmediatamente más bienestar y
salud. Elige las que te gusten más y no las dejes para mañana.
1. Bebe más agua. Cada célula es una
pequeña bomba de energía y para funcionar necesita estar rodeada de agua, el
medio donde se producen todas las reacciones bioquímicas que sostienen la vida.
Una ligera deficiencia de agua produce cansancio, dolores de cabeza y en otras
partes del cuerpo y alteraciones del estado de ánimo. Bebe al menos 8 vasos de
agua, preferentemente de mineralización muy débil.
2. Date un paseo rápido por el bosque.
O mejor aún, corre si te gusta. O ves en bici, pero siempre rodeado de
naturaleza. Si vives en una ciudad, busca un buen parque. El cuerpo necesita
moverse, exigirse físicamente, tanto como precisa comer o beber. Intenta hacer
cada día un poco más, un poco más de tiempo, un poco más rápido. Fíjate en tus
marcas y mejóralas cada día.
3. Abraza siempre que puedas.
Con cualquier excusa. A tus seres más queridos, porque sí, porque te apetece,
sin más explicaciones. Permaneced abrazados unos segundos, cuantos más mejor.
En silencio y con una sonrisa. Por todo el cuerpo fluirán endorfinas y Oxitocina
que eliminarán cualquier rastro de depresión. Pero, ¿hacen falta explicaciones
científicas y materialistas?
4. Come tres piezas de fruta.
Por lo menos. Las que tu prefieras, pero son especialmente recomendables las de
temporada, que están a tope de nutrientes y sabor. Las frutas aportan fibra, energía
en forma de hidratos de carbono, minerales y vitaminas. Además cada una
contiene una fórmula única de compuestos antioxidantes, muchos de ellos con
propiedades anticancerígenas.
5. Come una gran ensalada. Te aportará los beneficios de los alimentos
crudos y frescos, llenos de vitalidad. Son trocitos de sol (toda la energía que
necesitas y que te proporcionan los alimentos procede del sol, es energía solar
transformada). Añade a la ensalada trozos de frutas, frutos secos y semillas
para hacerla todavía más nutritiva.
6. Medita. Seguramente no podrás
hacer nada mejor por tu salud y tu bienestar mental. Las personas que meditan
aprenden a observarse y a tomar distancia de los acontecimientos. Esto las
prepara para resistir mejor las situaciones de estrés, pero sobre todo las
ayuda a conocerse mejor y a mantener una actitud constante de atención. Las
personas que meditan "se dan cuenta" de las cosas. La meditación es
el secreto de los sabios desde hace miles de años, pero hoy, en los tiempos de
la conexión tecnológica, es una necesidad. La ciencia también ha demostrado los
efectos de la meditación sobre la hipertensión, la salud cardiaca o el
funcionamiento del sistema inmunitario. Pero no hacen falta estas excusas.
7. Respira profundamente. La
respiración conecta la mente y las emociones con el cuerpo. Si nuestra
respiración es corta y acelerada, tenderemos al desequilibrio. Como si anduviéramos
sobre una cuerda floja sobre un precipicio. Respirar profunda y conscientemente
hace que recuperemos el control y el contacto con la realidad. Siempre que te
acuerdes, respira profundamente diez veces, con inspiraciones lentas y
espiraciones que duren el doble. Reducirás las hormonas del estrés, aclararás
la mente, recuperarás energía y prepararás el sueño y el descanso.
8. Bebe un zumo vegetal fresco. Hazlo tu
mismo. Sólo tienes que pillar lo que encuentres en la nevera. Incluye, por
ejemplo, un tallo de apio, unas zanahorias, una manzana, lechuga, remolacha y
unas gotas de limón.
9. Pon flores en tu vida. Aunque solo sea una. En un bonito jarrón de
cristal y ponla cerca de ti, en un lugar donde puedas verla a menudo. Cuando
puedas, échale un vistazo. Admira su belleza. Huélela. Mira si necesita
agua.
10. Agradece.
Hacia el final de la jornada. Escribe una lista de 10 cosas por las que
debes estar agradecido. Anota el nombre de la persona que ha hecho algo por ti.
Si ha hecho sol y te ha gustado, agradécele su calor y su luz. Por cierto,
también existen investigaciones sobre cómo la gratitud favorece el equilibrio
anímico, y el equilibrio, la salud.
11. Tíralo a la basura. Busca por la casa algo que contenga algún
ingrediente tóxico. Puede ser un detergente, un cosmético, un objeto de
plástico, un alimento lleno de aditivos desconocidos... Harás algo bueno por tu
salud y por la de los demás. Por supuesto, tíralo en el contenedor adecuado o
llévalo a un punto verde si es necesario.
12. Haz algo bonito por alguien. Y serás recompensado. Pero no pienses demasiado
en tu beneficio. O mejor dicho, considera que el beneficio que obtenga esa otra
persona es también el tuyo. No conocemos ningún estudio científico que avale
esta propuesta, pero puedes hacerla de todos modos. O sí, los investigadores
sugieren que la longevidad de los habitantes de Okinawa se debe a que
continuamente piensan en ser útiles a los demás y se prestan ayuda mutua. Nada
más bonito.
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